Fotografía Callejera
Hoy vamos a hablar de fotografía, hoy nos centraremos en una disciplina en concreto, que a veces es tan difícil como preciosa, hoy hablaremos de fotografía callejera.
En este artículo encontrarás: tipos y características de la fotografía callejera, recopilación de equipo y consejos para hacer fotos robadas, y por último consideraciones legales a tener en cuenta.
Para poder ilustrar lo que vamos a explicar, os mostraré fotografías de dos eventos concretos: 8M 2018 en Granada, y Carnavales 2023 en Cádiz. Espero que apreciéis la mejora y calidad del trabajo entre esos años.
¿Qué es la Fotografía Callejera?
La fotografía callejera, o también conocida como «fotografía de robadas» es una forma de arte que se centra en capturar momentos auténticos e inesperados en entornos urbanos. A diferencia de otras ramas de la fotografía, como la fotografía de paisajes o retratos, la fotografía callejera busca capturar la vida tal como es, sin poses ni preparación.
Básicamente en este tipo de fotografía se trata de hacer fotos sin que el sujeto se dé cuenta. Se trata de capturar la esencia de la vida cotidiana, los momentos fugaces que suceden en las calles y que a menudo pasan desapercibidos para la mayoría de las personas.
Esta disciplina puede ser desafiante, ya que requiere una combinación de habilidades técnicas, una mirada aguda y una capacidad para anticipar y reaccionar rápidamente a los momentos fugaces.
Hay que ser rápida y dar con el momento justo para disparar, ya que la gente cambia de energía y de expresión cuando ve que los estás enfocando con una cámara, pero cuando se logra capturar el momento exacto, el resultado puede ser una imagen poderosa que cuenta una historia o evoca una emoción en el espectador.
Las caras, Juan, las caras
Las caras son muy importantes en la fotografía callejera, ya que el rostro es lo que, normalmente, suele transmitir la emoción que la persona está sintiendo, y tienes que intentar capturar ese momento, por eso las llamamos «fotos robadas», te voy a poner varios ejemplos:
1. Conjunto de Caras: primero hablaremos de fotografiar escenas enteras, en las que plasmas lo que se está viviendo en un momento determinado.
Nuestro primer ejemplo va a ser de la cabeza de la manifestación en la marcha del 8M.
Aquí lo que importa no es un sujeto en concreto, sino la escena que nos muestra, podemos ver las caras gritando por sus derechos, pero también vemos con qué fuerza agarran la pancarta, y los carteles y banderas del fondo. Incluso podemos ver una mujer gritando a un megáfono.
Lo importante aquí es transmitir el tono y energía del momento, de la escena.
En nuestro segundo ejemplo, la energía que se respira es muy diferente a la del ejemplo anterior.
El protagonista de la fotografía es el hombre de la peluca que se encuentra en el centro, ya que es el único que está totalmente enfocado, pero eso no nos impide ver con claridad el resto de la escena. Si os fijáis, todas las personas que salen en esta imagen, están sonriendo, o riendo de algo que cuenta nuestro protagonista.
El tono es muy relajado y amigable, lo que transmite es una sensación de buenrollismo y compenetración entre todas las personas presentes. Todas están escuchando atentamente al señor de la peluca, y están riendo y disfrutando con ello.
Y eso, se nota desde aquí.
2. Céntrarte en una cara: parece fácil, pero es más complicado de lo que uno imagina. Escoge un objetivo y no dejes de disparar hasta que des con el momento en el que capturas la esencia del momento que está viviendo. De manera que transmitas el aura del momento, centrándote en un sólo sujeto.
En esta foto podemos ver claramente quiénes son los protagonistas, la pareja que se ríe en el centro de la imagen, el señor concretamente. Es nuestro sujeto principal y los ojos se nos van a su sonrisa. Este efecto lo conseguimos de diferentes maneras, si te das cuenta, el del señor, es el único rostro que se ve bien, enfocado, y aunque esté centrado, al estar rodeado de mucha gente da la sensación de dinamismo.
También tenemos otros elementos muy cerca del objetivo, lo que hace que esos elementos se vean muy desenfocados y no se distingan, pero que enmarquen a nuestro protagonista, haciéndole ganar más atención.
Esta fotografía es un momento de detalle de la escena del ejemplo anterior, diferenciando cuando te centras en un sujeto o en un conjunto. Pero si sólo vemos ésta imagen no podemos saber a simple vista que se trata del público de un corro de carnaval.
Lo que sí podemos ver es que está en un corro de gente, todos mirando hacia el mismo punto, y que nuestro señor protagonista se está riendo de algo que nosotros no vemos, pero que el resto de integrantes de la fotografía sí.
El momento que hemos conseguido capturar, es cuando se gira para comentar y reírse con su compañera de lo que están viviendo.
Aquí sin embargo, reconocemos a nuestra protagonista porque es la única cara que vemos en la fotografía. Vemos su expresión y nos transmite fuerza, gritos, lucha, poder. Aunque sea el único rostro que hay, no está sola, podemos ver multitud de personas a su alrededor. Esta multitud de personas hace en la fotografía un efecto óptico, como en el ejemplo anterior, se colocan tan cerca del objetivo, que se ven los elementos grandes y muy borrosos, lo que hacen que nuestra protagonista gane importancia.
Otro detalle a destacar, es que fuera de contexto, nosotros sólo con ver el primer plano de una mujer gritando no sabemos qué está sucediendo en la escena. Pero en este ejemplo podemos ver alrededor del rostro de nuestra protagonista, varios brazos y puños levantados, y varios carteles, algunos con el símbolo feminista pintado en ellos. Todo esto, sumado a la expresión de nuestra protagonista, podemos deducir que el suceso acontece en una manifestación feminista.
3. Rostros que no sonríen: ahora hablaremos sobre qué pasa cuando la gente te pilla infraganti enfocando su cara con tu cámara. No pasa nada. Siempre que sigas las indicaciones legales y éticas que te dejo más abajo en este artículo, no tiene que pasar nada.
Lo único que puede pasar es que la persona cambie en un instante su expresión, al sentirse “pillada”, pueden sentirse incómodos y observados, y terminar marchándose. Lo mejor es que cuando pase esto, intentemos dejar espacio a estas personas, para que no se sientan cohibidas y puedan volver a relajarse.
Recuerda que la fotografía callejera lo último que pretende es incomodar a nadie en un sitio público que debería ser seguro.
Fíjate en esta foto, podemos ver diferentes niveles de relajación en las personas que salen. En primer plano, desenfocado, tenemos a un sujeto que canta y baila una chirigota en la calle, va disfrazado y por su expresión y lenguaje corporal podemos deducir que está bailando y haciendo tonterías. No nos está viendo.
El siguiente rostro que tenemos es el de una mujer, también disfrazada y desenfocada, pero podemos distinguir por su expresión que se lo está pasando muy bien, ya que desde aquí podemos oír cómo se ríe de los aspavientos del primer sujeto. Tampoco nos está viendo.
Y por último tenemos a la mujer y el hombre del fondo, los cuales son los únicos que nos miran a los ojos, y están serios, cohibidos, incómodos por la presencia de la cámara, y se les nota.
Aquí tenemos otro ejemplo. Se puede palpar la incomodidad de estas dos personas. Están rectos, rígidos serios, con nudos en la garganta, no hacen contacto visual ni con nosotros ni entre ellos mismos. Uno de ellos incluso parece que se afloja el cuello de la camisa en señal de agobio. No nos miran, pero no significa que no nos hayan visto.
Hay que tener mucho cuidado con romper los momentos que queremos capturar, cuando nos pillen con las manos en la cámara, como ya os he dicho, lo mejor es dejar de enfocarles, para que puedan volver a relajarse y olvidar tu presencia. A no ser que lo que queramos capturar sea precisamente esos momentos de tensión.
4. Cuando no hay un rostro: No nos hace falta necesariamente un modelo para conseguir transmitir lo que está pasando en una escena. Nuestro modelo será el punto más importante que queramos resaltar en nuestra imagen.
En ésta imagen, nuestro protagonista sería la mano con el cartel en el que leemos “si nosotras paramos se para el mundo”, ¿por qué? porque es un brazo sin rostro que se alza sobre los demás para gritar su mensaje, la atención de la cámara se centra en él, y es el que mejor está enfocado.
La importancia de capturar momentos reales
La fotografía callejera ha tenido un impacto significativo en la sociedad y la cultura a lo largo de la historia. Desde documentar momentos históricos hasta capturar la esencia de la vida cotidiana, la fotografía callejera ha sido un medio poderoso para contar historias y capturar la realidad humana.
En la actualidad, la fotografía callejera sigue siendo relevante y desempeña un papel importante en nuestra comprensión del mundo que nos rodea. A través de imágenes callejeras, podemos explorar diferentes culturas, reflexionar sobre la condición humana y capturar la belleza y la complejidad de la vida urbana.
¿Quieres empezar en la fotografía callejera pero no sabes por dónde empezar? visita nuestro artículo sobre equipo, materiales y consejos sobre fotografía callejera
A continuación te dejo un carrusel con más ejemplos de fotos robadas, si quieres ver más aquí tienes
